Aceite de Girasol Imprimir

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El aceite es rico en vitaminas A, D y E que le confieren un alto valor nutritivo. Las semillas, por su parte, poseen un gran contenido de vitamina E, que las hace semejantes, por sus valores, al aceite de hígado de bacalao, la yema de huevo, el hígado o la leche.

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Las más recientes investigaciones están tratando de demostrar la incidencia benéfica del aceite de girasol obtenido en prensa en frío para el tratamiento de esclerosis múltiple, esa degeneración del sistema nervioso que culmina en muerte por parálisis general.

 

Cultivos de girasol con alto contenido oleico, para la elaboración de aceite orgánico, de primera presión en frío.

DESDE LA RAÍZ HASTA LAS SEMILLAS ES UNA FUENTE DE SALUD POR SU ALTO CONTENIDO EN PROTEÍNAS Y LA BAJA PRESENCIA DE GRASA EN SU ACEITE.


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Aunque esta especie es principalmente conocida por su aceite, también las semillas, el tallo, las hojas y las flores son comestibles. En todos los casos, aportan calorías y vitaminas que satisfacen las necesidades orgánicas, ayudan a nivelar la presión, mejoran el apetito y pueden actuar en procesos infecciosos, tos y laringitis.


Después de la soja, ocupa el segundo lugar en consumo en el mundo. El 90% del mismo es no saturado, lo cual lo hace anticolesterol. A esto se suma la presencia de ácido linoleico, un ingrediente indispensable en el desarrollo de los niños y el equilibrio saludable de los adultos.


La presencia de grasas monoinsaturadas convierten el aceite de girasol en muy apto para regímenes cardíacos, dada su capacidad de evitar la formación de colesterol malo. Pero, además en este aceite se suma el ácido linoleico, que el organismo no produce y que se encuentra ausente en otros aceites vegetales. El girasol completa las necesidades orgánicas de este ácido que es de 100 miligramos por kilogramo de peso. Así como ocurre con el aceite, la margarina de girasol, contiene altos porcentajes de grasas monoinsaturadas y 730 calorías por cada 100 gramos del producto.


La presencia de grasas monoinsaturadas convierten el aceite de girasol en muy apto para regímenes cardíacos, dada su capacidad de evitar la formación de colesterol malo. Pero, además en este aceite se suma el ácido linoleico, que el organismo no produce y que se encuentra ausente en otros aceites vegetales. El girasol completa las necesidades orgánicas de este ácido que es de 100 miligramos por kilogramo de peso